El invierno pasado, cuando llegó el tiempo frío, al comenzar a encender la calefacción noté que la caldera perdía presión, y que, poco a poco, se escapaba el agua de algunos radiadores.
De hecho, en algún radiador tuve que poner incluso un envase reutilizado de helados, para que no me mojara el suelo, que al ser de piedra natural, se estropea con casi todo.
Observando las piezas de unión de las tuberías a los propios radiadores, me dí cuenta de que estaban corroídas, y por ahí, se escapaba lentamente el agua.
Así que, tras vaciar todo el circuito de la calefacción a través de uno de los radiadores, procedí a analizar todas las uniones de todos los radiadores de la casa, observando como bastantes de ellos estaban oxidados, debido al tiempo, presión y temperatura:
La solución, visitar alguna tienda del ramo, y adquirir las piezas intermedias de los radiadores afectados, así como las juntas plásticas o de goma, y algo de teflón para rematar las roscas:
Para montar y desmontar las piezas, hace falta un par de llaves, pues se van atascando debido a la corrosión y cuesta bastante trabajo. En la siguiente foto, una llave inglesa por el exterior, y una de carraca con una punta hexagonal por el interior en sentido contrario:
Pero recientemente, tuve que volver a ponerme el mono de trabajo. A pesar de haberle dado un repaso a todas las uniones que vi con cierto deterioro, este nuevo invierno ha vuelto a aparecer alguna más...
Y como en la primera parte no expliqué como desmontar el radiador... voy ahora con ello.
En primer lugar, cerrar la llave de paso, girando a tope hacia la derecha (o sentido de las agujas del reloj)
En segundo lugar, en la parte inferior del radiador, veremos otra pieza, aparentemente inaccesible, y llamada retenedor:
Simplemente, con los dedos, se puede quitar la tapa protectora, girando en el sentido contrario a las agujas del reloj (o a la izquierda).
Y veremos que en su interior, hay un tornillo con cabeza de allen:
Con la llave allen adecuada (en mi caso creo recordar que era la de 7mm) giramos el tornillo hacia el interior (a la derecha o en el sentido de las agujas del reloj) hasta que quede bien cerrada esa toma de agua.
Ahora, con ambas válvulas cerradas, podemos desmontar el accesorio dañado, en este caso, el purgador, si bien, perderá algo de agua, ya que tiene que vaciar el contenido del radiador que se encuentre por encima del hueco que dejaremos (menos mal que es en la zona superior), por lo que habrá que recoger el agua con algún recipiente, y dejar la fregona cerca.
Una vez desmontado...
Vemos cómo se encuentra de corroído el soporte del purgador:
Normalmente, suelo poner los accesorios nuevos. Es la manera de que aguanten sin volverse a corroer en un mayor plazo, máxime con el coñazo que representa vaciar los radiadores afectados y tener que purgar luego la caldera... pero esta vez no encontré entre mis repuestos una pieza igual, y tiré de uno antiguo, en bastante buen estado, procedente de la sustitución de los radiadores del baño:
Y después, teflón como si se fuera a acabar el mundo mañana...
Una vez acabado de sellar, y tras limpiar en lo posible los restos de óxido en rosca y partes visibles, vuelvo a instalar la pieza completa en su sitio:
Ahora, hay que acordarse de abrir, tanto la válvula del radiador, como el retenedor. En ambos casos, girando en sentido anti horario, o a la izquierda. A ver cuánto dura de nuevo el sistema sin tener que hacer otra reparación. De momento, la de hoy, ha de durar varios años.
Y aprovechando que estoy jugando con mis nuevos anillos extensores para hacer fotos macro con mi querida EOS400D, os pongo unas fotos de detalle para que veáis como se ha corroído en unos días la pieza sustituida.
Espero que os haya servido de ayuda este minibrico. Si es así, por favor, difundidlo de forma rápida y sencilla pinchando en los iconos de vuestra red o redes sociales favoritas que veréis debajo de este texto.
Gracias.
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