Hacía tiempo que quería sacar de los muebles giratorios de la cocina las tapaderas de las sartenes. Más que nada porque son grandes, y ligeras, y estorban a la hora de recoger las cacerolas y/o sartenes, y porque al ser tan finas, se escurrían entre las rendijas de las baldas giratorias, y al final daban guerra.
Bueno, empezaremos por presentar el muebles en cuestión. Se trata de un armario de rincón (en IKEA siguen llamándolos de esquina) donde guardamos las cacerolas, sartenes, tapas, etc...
Al abrir las puertas del mueble, vemos su disposición:
Y aquí podemos ver algunas de las tapas, bien colocaditas para la foto, pero que no aguantan demasiado tiempo en dicha postura cuando se empiezan a girar las baldas o a sacar y/o meter enseres:
Para mi plan de mejora contaba con un par de percheros que tengo dando vueltas en casa, creo que desde que nos vinimos a vivir, allá por el 2003:
Una vez extraída del embalaje...
... vemos su montaje. Cuatro tornillos y a correr:
La idea es poner dichos percheros en zonas estratégicas de las paredes del mueble de rincón, a fin de separar las tapas de las baldas giratorias y del resto del menaje:
Una vez instaladas (no pongo ninguna foto acerca del montaje porque estaba solo y no merece la pena explicar nada al respecto), ya se pueden colocar una o incluso dos tapas en cada soporte:
Bueno, pues como disponía de dos percheros, opté por poner uno en cada lado del mueble, para repartir las diferentes tapas. Pero me quedaba pendiente un par de tapas que respiran, que carecen de asidero como el que se ve en las fotos anteriores, y que no se podían sujetar en los soportes anteriores por ser éstos demasiado anchos.
Así que recurrí a Leroy Merlin, y me encontré con éste:
Lo forman tres piezas, dos soportes y una barra, que encajan entre ellos, sin soldadura o pegamento alguno, y que me daban la opción de adecuar al tamaño correcto:
Como se ve, el tamaño inicial no me valía para la tapa más pequeña... así que...
... saqué la barra, la fijé al banco de trabajo... y la recorté en un segundo con la amoladora radial:
Ahora, con el tamaño adecuado, ya me vale para sujetar las tapas a las paredes del mueble, y así liberarlas de las baldas metálicas giratorias, de donde se escurren y caen al sitio inferior, dificultando su uso y utilización:
Ahora sólo toca colocar las tres piezas en su sitio. Me costó un buen rato, porque no quería desmontar las baldas giratorias, y se hace complicado trabajar con tantos obstáculos:
Pero tras un buen rato de contorsiones y cuatro agujeros en la madera...
... lo conseguí:
Colocado al fondo del mueble, y por encima de la línea del segundo de los percheros, se accede con facilidad a las nuevas tapas, y sin estorbar a las anteriores:
Por supuesto, y como en el caso de las dos primeras incorporaciones, ninguna afecta al normal giro de las baldas de IKEA, lo que permite distribuir el menaje de una forma más cómoda y útil.
En definitiva, un brico fácil de hacer, aunque ha necesitado de bastante contorsión, y que permite por muy poco dinero, mantener mejor ordenado el menaje de la cocina, tanto en un mueble de rincón con baldas giratorias, como en otro tipo de soluciones de almacenaje.
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