El trastero, esa gran víctima de mis cacharros, necesitaba una remodelación. Para mí ya han dejado de ser prácticas las estanterías convencionales de cuatro ángulos, porque modificar el número de baldas o su distribución no es cómodo ni rápido, y para las ligeras cargas a las que las someto, hay mejores sistemas.
Claramente, si las cargas son pesadas, es un sistema más que válido, pero para los cuatro cacharros que almacenamos... el sistema que voy a instalar es más interesante.
Aquí os pongo unas fotos del sistema de baldas soportadas por angulares que puse nada más llegar a mi casa, traídos directamente de mi anterior trastero en Las Palmas:
Una vez que me dí cuenta de lo rígido que es para hacer cambios, me propuse instalar un sistema de rieles mucho más cómodo, anclados a las paredes, que permitiera adaptar la distancia entre baldas en función de los objetos que tenga que colocar en cada momento, y poder poner o quitar baldas a mi gusto.
El material a emplear:
Las cremalleras, en sus diferentes versiones y longitudes:
Y de la misma forma, las cartelas, también en sus diferentes versiones, simples, dobles, y en diferentes longitudes:
Lo primero... desmontar lo existente y dejar las paredes limpias:
Una vez atornillados los rieles a las paredes...
... toca empezar a colocar las baldas de forma provisional.
... toca empezar a colocar las baldas de forma provisional.
Decir que he colocado los rieles o cremalleras adecuadamente a las longitudes de las baldas de las que disponía con anterioridad, para reutilizarlas sin más:
Repito el proceso con el resto de paredes del trastero (no muestro todas las paredes para no aburrir) y consigo un sistema de almacenaje muy, pero que muy, flexible.
Repito que he aprovechado las baldas de las antiguas estanterías. Con ello ahorro un pico, y reutilizo material que de otra forma iría al punto limpio. Y es que disponía de un montón de baldas:
Para ello, sólo tengo que medir la profundidad de las diferentes baldas (tenía estanterías de varias medidas) y adquirir las cartolas ligeramente mayores.
Para ello, sólo tengo que medir la profundidad de las diferentes baldas (tenía estanterías de varias medidas) y adquirir las cartolas ligeramente mayores.
Decir también que, en las paredes de mayor longitud he empleado cremalleras simples en los extremos, y cremalleras dobles en las zonas intermedias. De esta forma, se pueden poner de forma consecutiva las diferentes estanterías empleando la misma cremallera.
Y respecto a las cartelas sencillas, se introducen en el extremo de cada balda, en la zona de unión entre los planos perpendiculares, como se puede ver a continuación:
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