Cita del día.

sábado, 11 de junio de 2016

Mejoras en almacenaje para el trastero.

El trastero, esa gran víctima de mis cacharros, necesitaba una remodelación. Para mí ya han dejado de ser prácticas las estanterías convencionales de cuatro ángulos, porque modificar el número de baldas o su distribución no es cómodo ni rápido, y para las ligeras cargas a las que las someto, hay mejores sistemas.


Claramente, si las cargas son pesadas, es un sistema más que válido, pero para los cuatro cacharros que almacenamos... el sistema que voy a instalar es más interesante.

Aquí os pongo unas fotos del sistema de baldas soportadas por angulares que puse nada más llegar a mi casa, traídos directamente de mi anterior trastero en Las Palmas:





Una vez que me dí cuenta de lo rígido que es para hacer cambios, me propuse instalar un sistema de rieles mucho más cómodo, anclados a las paredes, que permitiera adaptar la distancia entre baldas en función de los objetos que tenga que colocar en cada momento, y poder poner o quitar baldas a mi gusto.

El material a emplear: 

Las cremalleras, en sus diferentes versiones y longitudes:



Y de la misma forma, las cartelas, también en sus diferentes versiones, simples, dobles, y en diferentes longitudes:




Lo primero... desmontar lo existente y dejar las paredes limpias:


Una vez atornillados los rieles a las paredes...




... toca empezar a colocar las baldas de forma provisional. 



Decir que he colocado los rieles o cremalleras adecuadamente a las longitudes de las baldas de las que disponía con anterioridad, para reutilizarlas sin más:


Repito el proceso con el resto de paredes del trastero (no muestro todas las paredes para no aburrir) y consigo un sistema de almacenaje muy, pero que muy, flexible.



Repito que he aprovechado las baldas de las antiguas estanterías. Con ello ahorro un pico, y reutilizo material que de otra forma iría al punto limpio. Y es que disponía de un montón de baldas:



Para ello, sólo tengo que medir la profundidad de las diferentes baldas (tenía estanterías de varias medidas) y adquirir las cartolas ligeramente mayores.



Decir también que, en las paredes de mayor longitud he empleado cremalleras simples en los extremos, y cremalleras dobles en las zonas intermedias. De esta forma, se pueden poner de forma consecutiva las diferentes estanterías empleando la misma cremallera.

Y respecto a las cartelas sencillas, se introducen en el extremo de cada balda, en la zona de unión entre los planos perpendiculares, como se puede ver a continuación:




Ahora, cambiar la distancia entre baldas, quitar alguna, o añadir nuevas, es un juego de niños. Rápido y sencillo, con lo que el trastero se convierte en un lugar más fácilmente aprovechable. Aunque no va a evitar que sigamos acumulando trastos año tras año...  ja ja ja

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