Desde que el seguro del hogar me sustituyó el vidrio del lavabo de uno de los cuartos de baño, y desde que los niños de casa se dedican a lavarse las manos cuando les viene en gana, subidos a un pequeño taburete-orinal, y estando el grifo en la parte más lejana, el agua no deja de estar presente en la encimera del lavabo.
Aunque no lo medí en su día, estoy más que convencido que al cambiar el vidrio (que se fabricó ex-profeso) no respetaron las mismas medidas del original, dejando el grifo un poco más alejado del lavabo, y por tanto, facilitando a los peques de la casa que el agua rebose por sus manos hasta la encimera y no al sumidero.
Así que, aprovechando que cambié el grifo de nuestro baño de pareja, y que el grifo sustituido tiene una forma más larga, le he dado el cambiazo al actual, para así, mejorar la limpieza del baño.
Este era el estado inicial del lavabo a mejorar. Aparte de las cosas del día a día presentes, el chorro del grifo queda un poco lejos del lavabo, y los peques, que se lavan sin cuidado, lo mojan todo.
Este es el grifo a cambiar, que venía en el kit original de lavabo y mueble, allá por el año 2003 o 2004:
Para acceder al grifo, lo primero es desmontar el pequeño frontal del mueble:
Desde el interior del mismo, podemos ver las piezas que lo sujetan. Tirando hacia arriba de las chapitas de ambos lados, se libera el frontal:
Una vez eliminado el frontal, podemos acceder a la parte inferior del grifo, donde se encuentran los latiguillos del agua caliente y fría:
Tras cerrar las llaves de escuadra, hay que empezar a aflojar los latiguillos por el lado de las llaves. En la foto anterior se puede observar que son diferentes medidas de latiguillo, con adaptador o machón de por medio en el del agua caliente.
Éste del agua caliente, lo aflojo con una llave de 22 mm.
Posteriormente, y con una llave de 19 mm, aflojo el latiguillo del agua fría.
Ahora, con una llave inglesa o con la específica (no me molesté en averiguar cuál era) aflojamos la gran tuerca central del grifo:
Ahora el grifo se encuentra libre, y sólo hay que tirar de los latiguillos uno a uno, para que salgan por el pequeño hueco en el vidrio:
Para trabajar mejor, quitamos el vástago central donde iba la tuerca de apriete. Normalmente, se puede quitar con la mano, pero si está muy duro, en su extremo tiene una muesca para emplear un destornillador plano:
Ahora, sin el vástago, podemos acceder a las tuercas de los latiguillos. Los quitaré, aunque no es necesario por el momento, porque ya tengo en marcha un nuevo brico...
Con una llave fija de 10 mm, el grifo desmontado, y sin el vástago central, es muy fácil desmontar ambos latiguillos:
Ahora, ya que el grifo que va a sustituir al actual es más alto, pero sobre todo, tiene las roscas de ambos latiguillos en su interior y no en su base, y los latiguillos sustituidos son demasiado cortos, adquiero dos unidades con una longitud algo superior. Paso de los 30 cms actuales, a 50 cms.
Antes de que se me olvide, la pieza base del nuevo grifo, a su sitio, y los latiguillos por su interior. Luego puede ser tarde y generar trabajo innecesario...
Estos latiguillos quedan con la rosca inaccesible por su ubicación en el grifo. Mal por éste, pero es lo que hay. Es el grifo reutilizado del baño del dormitorio de mi casa, y los latiguillos se ponen (y se quitan) a mano, haciendo algo de fuerza y arriesgando su integridad.
Después de fijar los latiguillos, pongo la pieza larga roscada, donde irá la tuerca de apriete:
Colocamos las dos piezas de apriete (goma y chapa preformadas) y aproximamos la tuerca de apriete:
Ya tenemos el grifo parcialmente fijado. Vemos su ubicación y lo replanteamos para llevarlo lo más cercano al interior del lavabo, objetivo final de este brico.
Una vez colocado el grifo en su lugar óptimo, y convenientemente apretada la tuerca de fijación, vamos de nuevo a las llaves de paso:
Como los latiguillos llegan ahora de sobras a las tomas, quitamos el machón de la llave de paso del agua caliente con una llave inglesa:
Y finalmente, atornillamos con cuidado ambos latiguillos. No es necesario usar teflón o cáñamo para evitar las pérdidas de agua, ya que tienen forma cónica interior y una goma de apriete:
Finalmente, y con cuidado inicial (debido a la presencia de aire en los conductos durante unos segundos), probamos que sale el agua con normalidad de ambas tomas y que no pierde ninguna de las uniones, dando por finalizado el brico.
Eso sí, el grifo sustituido tiene ya un nuevo destino. Irá a otro lavabo, de lo que daremos conveniente cuenta en un próximo brico.
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