Desde que el seguro del hogar me sustituyó el vidrio del lavabo de uno de los cuartos de baño, y desde que los niños de casa se dedican a lavarse las manos cuando les viene en gana, subidos a un pequeño taburete-orinal, y estando el grifo en la parte más lejana, el agua no deja de estar presente en la encimera del lavabo.
Aunque no lo medí en su día, estoy más que convencido que al cambiar el vidrio (que se fabricó ex-profeso) no respetaron las mismas medidas del original, dejando el grifo un poco más alejado del lavabo, y por tanto, facilitando a los peques de la casa que el agua rebose por sus manos hasta la encimera y no al sumidero.
Así que, aprovechando que cambié el grifo de nuestro baño de pareja, y que el grifo sustituido tiene una forma más larga, le he dado el cambiazo al actual, para así, mejorar la limpieza del baño.
Este era el estado inicial del lavabo a mejorar. Aparte de las cosas del día a día presentes, el chorro del grifo queda un poco lejos del lavabo, y los peques, que se lavan sin cuidado, lo mojan todo.
Este es el grifo a cambiar, que venía en el kit original de lavabo y mueble, allá por el año 2003 o 2004:
Para acceder al grifo, lo primero es desmontar el pequeño frontal del mueble:
Desde el interior del mismo, podemos ver las piezas que lo sujetan. Tirando hacia arriba de las chapitas de ambos lados, se libera el frontal: