En otra entrada comenté la instalación de un soporte para tres bicis que adquirí para llevarlas en la bola de remolque de mi 307. A falta de algunos ajustes mínimos, venía completamente preparada para montar y listo.
Pero lo que no traía (hay que comprarla aparte) es la famosa señal de advertencia V20. Y no sólo es comprarla aparte del soporte de las bicis, sino que, tal y como viene, no se puede utilizar. Se trata de una simple chapa reflectante, sin sistema alguno de sujeción a nada. Hay gente que utiliza bridas de un solo uso para su fijación, pero a mí no me convence por su excesiva dependencia de dichos elementos desechables.
Así que toca prepararla para poder ser utilizada de una manera rápida, cómoda, económica y efectiva. Y aquí entra en juego el ingenio de cada uno.
A mí se me ocurrió sujetarle dos tiras elásticas o pulpos, para poder engancharlas a las propias bicicletas en cualquier zona, y así, no ceñirme a una instalación específica.
En primer lugar, los materiales: la propia placa V20, dos tiras elásticas o pulpos, y lo más importante, unos soportes comprados en un chino cualquiera, para meter por los ojales las gomas de los pulpos:
En un primer momento, nos cercioramos de que la longitud de los pulpos es algo mayor que las diagonales de la señal:
Y abrimos el paquete de sujecciones, para presentarlas en las cuatro esquinas de la señal:
Comprobamos asimismo, que las gomas entran sin problema en los soportes, y vemos que no tienen una holgura excesiva, que podría propiciar que se salieran de los mismos cuando no están trabajando:
Vemos como quedaría el conjunto en posición de reposo: (aunque van por el otro lado)
Y comenzamos a presentar en sus correspondientes lugares, para marcar los orificios de los taladros intentando aprovechar los cuatro orificios presentes en la placa:
Como no me convence esa postura, prefiero dar la vuelta a los soportes, a pesar de tener que hacer más agujeros:
Tras taladrar los ocho agujeros de rigor, procedo a remachar los soportes, con el siguiente resultado:
Reintroducidas las gomas en sus soportes, de forma cruzada, toca comprobar la solidez de la fijación:
Como se puede apreciar en ls fotos anteriores, cualquier punto es válido para enganchar las cabezas de los pulpos. Los radios de las ruedas, un tubo de un cuadro, etc. Y dejándolo suficientemente tenso, la placa no se mueve para nada.
Ahora toca probarla en condiciones reales, para comprobar su efectividad. Y quizás, pensar en añadirle nuevas funciones, como una superficie trasera acolchada para evitar que se puedan rallar las bicicletas, un marco de goma protector para evitar cortes en su manipulación, o incluso un antirrobo para evitar que nos la puedan sustraer en un viaje por amor a lo ajeno o simplemente gamberrada.
Pero eso será más adelante.
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