Cita del día.

martes, 16 de junio de 2015

Preparación inicial de una placa V20.

En otra entrada comenté la instalación de un soporte para tres bicis que adquirí para llevarlas en la bola de remolque de mi 307. A falta de algunos ajustes mínimos, venía completamente preparada para montar y listo.

Pero lo que no traía (hay que comprarla aparte) es la famosa señal de advertencia V20. Y no sólo es comprarla aparte del soporte de las bicis, sino que, tal y como viene, no se puede utilizar. Se trata de una simple chapa reflectante, sin sistema alguno de sujeción a nada. Hay gente que utiliza bridas de un solo uso para su fijación, pero a mí no me convence por su excesiva dependencia de dichos elementos desechables.

Así que toca prepararla para poder ser utilizada de una manera rápida, cómoda, económica y efectiva. Y aquí entra en juego el ingenio de cada uno.

A mí se me ocurrió sujetarle dos tiras elásticas o pulpos, para poder engancharlas a las propias bicicletas en cualquier zona, y así, no ceñirme a una instalación específica.

En primer lugar, los materiales: la propia placa V20, dos tiras elásticas o pulpos, y lo más importante, unos soportes comprados en un chino cualquiera, para meter por los ojales las gomas de los pulpos:



En un primer momento, nos cercioramos de que la longitud de los pulpos es algo mayor que las diagonales de la señal:


Y abrimos el paquete de sujecciones, para presentarlas en las cuatro esquinas de la señal:


Comprobamos asimismo, que las gomas entran sin problema en los soportes, y vemos que no tienen una holgura excesiva, que podría propiciar que se salieran de los mismos cuando no están trabajando:


Vemos como quedaría el conjunto en posición de reposo: (aunque van por el otro lado)


Y comenzamos a presentar en sus correspondientes lugares, para marcar los orificios de los taladros intentando aprovechar los cuatro orificios presentes en la placa:


Como no me convence esa postura, prefiero dar la vuelta a los soportes, a pesar de tener que hacer más agujeros:


Tras taladrar los ocho agujeros de rigor, procedo a remachar los soportes, con el siguiente resultado:



Reintroducidas las gomas en sus soportes, de forma cruzada, toca comprobar la solidez de la fijación:







Como se puede apreciar en ls fotos anteriores, cualquier punto es válido para enganchar las cabezas de los pulpos. Los radios de las ruedas, un tubo de un cuadro, etc. Y dejándolo suficientemente tenso, la placa no se mueve para nada.

Ahora toca probarla en condiciones reales, para comprobar su efectividad. Y quizás, pensar en añadirle nuevas funciones, como una superficie trasera acolchada para evitar que se puedan rallar las bicicletas, un marco de goma protector para evitar cortes en su manipulación, o incluso un antirrobo para evitar que nos la puedan sustraer en un viaje por amor a lo ajeno o simplemente gamberrada.

Pero eso será más adelante. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario