Me encanta ir de barbacoa al campo. Y al patio trasero de mi casa. Y mientras se va haciendo la carne, la conversación, normalmente intrascendente con el resto de comensales...
El caso es que hace ya un par de años adquirí una barbacoa en Carrefour, tras mucho mirar las que tenían en exposición. Y me equivoqué. Quería comprar una que se plegaba, pero se la ví a un vecino, y plegada ocupaba mucho. Compré la que veréis a continuación, pensando que la ir las patas atornilladas, las pondría/quitaría con facilidad y rapidez... y no fue así.
En fin, que tras varias utilizaciones, y yendo en el remolque (que modifiqué en varias ocasiones) o siendo guardada en mi mini trastero, el tiempo ha ido dañando el paravientos y soporte de la parrilla, que ha ido perdiendo los tornillos que lo fijan, dejando todo un poco suelto...
Aquí se ve uno de los tornillos que faltan...
El caso es que, para evitar que se vuelvan a perder los tornillos, prescindiré de ellos, sustituyéndolos por unos cuantos remaches de 5 mm...
Como la reparación es muy fácil y sencilla... intento hacer participar de la misma a mi primogénito..
... Si bien la remachadora aún es muy dura para él, con sólo siete años.
Una vez colocados los remaches en los agujeros dejados por los tornillos, la barbacoa vuelve a tener algo de consistencia y mejor vista:
Ahora, sólo hay que buscar nuevas ocasiones para sacarla al campo, y disfrutar de la compañía de todos aquellos que me hacen la vida más agradable.
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