Y si no, que se lo digan a los directivos de LIDL, con sus mensajes directos en los estantes de sus tiendas:
Yo llevo mucho tiempo siendo crítico con la situación penal de este país. Defiendo ante quien se ponga por delante, que nuestra Justicia es blanda. Por mucho que Gabriela Bravo, exportavoz del Consejo General del Poder Judicial en su día dijera que nuestro Código Penal es el más duro de Europa yo discrepo.
Y no quiero utilizar esta pequeña atalaya donde expresar mis ideas (normalmente con algo de sentido de humor) para empezar con los ejemplos de esta tontería. Dejémoslo en que todos tenemos claro que delinquir sale rentable, y no digamos cometer faltas.
Así que, me conformaré con sonreir ante la iniciativa de LIDL, porque, por lo demás, la cosa está para echarse a llorar.