Hacía tiempo ya que se nos había estropeado el teléfono inalámbrico que teníamos en la cocina, perfectamente integrado en una de las paredes, sin cables sueltos, sin ocupar espacio en la encimera, sin dar guerra, en una palabra, muy accesible y muy limpiamente instalado.
Desde entonces teníamos provisionalmente el teléfono en la encimera. El hecho de no poder comprar un teléfono exactamente igual al anterior, dificultaba usar el método antes colocado, pero semanas atrás compré en IKEA un soporte de cocina, que tenía pensado adaptar al teléfono, y que, ¿cómo no? se estaba retrasando...
Se trata del soporte de pared BEKVAM, que vale la friolera de 3,99 €...
Se trata del soporte de pared BEKVAM, que vale la friolera de 3,99 €...
Lo primero que tuve que hacer es recortar el soporte, para dejarlo a la misma longitud que el lateral del mueble de la cocina, y darle un par de capas de barniz:
Y lo siguiente, hacer unos taladros para colocar los tornillos que soportarán la pequeña balda:
Viendo la distancia, se procede a darle un corte a la canaleta:
Y se quita el pegamento presente, con una espátula y algo de paciencia...
Y ahora, a ver como queda todo...
Ahora, para llevar los cables sin que asomen, se vean, ni se enreden, con ayuda de la amoladora y un disco de desbaste, procedo a realizar unos cortes en el lateral de la balda de soporte, para esconder en su interior la instalación eléctrica:
Ni que decir tiene que con una fresadora hubiera quedado más profesional, pero ni tengo fresadora, ni se van a ver en ningún momento los cortes, así que... es lo que hay.
Es el momento de ir escondiendo los cables en las acanaladuras realizadas en la balda, que tanto trabajo han dado con el disco anterior, generando mucho humo, y también cenizas... pero que ha merecido la pena:
Y una vez todo colocado, queda perfecto:
El caso es que recupero un importante espacio en la encimera, recojo los cables, y cómo no, echo un ratito con mi bricolage. ¿que más se puede pedir?
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