Vayamos con una nueva entrada de esta prolífica saga que ya alcanza su decimotercera entrega, y que seguro, seguirá dando tremendos ejemplos de tuneados urbanos que voy encontrando por ahí.
Yamaha SR 250.
Esta humilde Yamaha SR250 la encontré en Badajoz. De ser una moto típica de mensajeros años atrás, y motoescuela, alguien la ha intentado transformar en una especie de Yamaha Café Racer...
... para lo cual no ha tenido otra idea que cambiar el manillar y colocarle un manillar superbajo, simulando ser dos semimanillares.
Amén de lo anterior, también ha colocado un espejo bajo, y ha cambiado los intermitentes por otros más pequeños y más cercanos al cuerpo de la motocicleta.
Ignoro como será de fácil pasar la ITV a esta motocicleta, ya que tengo constancia de que todas estas modificaciones son complicadas de solventar sin un proyecto técnico de reforma de importancia.
Lo cierto es que no la he vuelto a ver, e ignoro si ya estaba acabada o era el inicio de una modificación más seria que nos pudiera sorprender gratamente. Pero eso sí, una motocicleta con un motor de 20CV y que apenas llega a los 120 km/h a mi modo de ver (y con todos mis respetos) no es el modelo más adecuado para gastar tiempo y dinero.
Ford Focus.
Este Focus me lo encontré en una de mis gratísimas visitas a la Serra da Estrela (Portugal):
No se puede negar que la decoración lateral es hiperllamativa, ¿verdad?
Me fue imposible sacar una fotografía de la parte posterior del Focus, donde venían los vinilos de la autoescuela a la que pertenece, lo que resuelve parte del misterio de la inspiración de esta decoración.
Renault Megane.
Que buenos recuerdos tengo de mi antiguo Megane. Uno igual que éste, al que ya le hice cambios en la tercera luz de freno para sustituir la antediluviana bombilla por una lámpara LED que encendía más rápidamente y daba una luz más cálida y uniforme.
El caso es que nada más verlo, me llamó la atención poderosamente. Y si queréis una pista, se me fueron los ojos a la tercera luz de freno.
Aunque realmente, debería decir a las terceras luces de freno. Porque además de la original, que debería estar en el cristal trasero (y de la que carece), tiene una más en el alerón, inserta en el mismo, y para más inri, otra más sobre dicho alerón.
Todo parece indicar que las sucesivas averías de las luces de freno se han subsanado con la adición de una nueva. Vamos, que también podía estar en la saga de chapuzas made in spain que también publico...
Honda Accord familiar.
Partiendo de la premisa de que este modelo de Accord ha sido muy raro en nuestro país, y que me lo encontré en Ferragudo (Portugal), me llamó la atención la decoración de su capó, descaradamente oxidado a propósito:
Pero también me llamó la atención su decoración japonesa en el lateral derecho...
... y en la trasera:
Espero que os haya gustado esta nueva colección de avistamientos. Si es así, por favor, compartid en las
diferentes redes sociales que veréis al final del artículo para que
vuestros contactos también puedan acceder a este contenido. Gracias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario