De siempre, he sido un fan de este coche. Creo que es duro, fiable, y sobre todo, sencillo, pero que vale para lo que es, para trasladarse por cualquier firme a donde desees.
Y como ya se ha convertido en un clásico, ha ganado un nuevo atractivo, el de convertirse en un coche indiscreto, perfecto para servir de lienzo publicitario.
Aquí os dejo dos ejemplos vistos en Badajoz.
El primero, un elemento publicitario móvil de crema para bebés. Muy original, y efectivo: