Sigo con el proceso de transformación de los muebles para la habitación de los nenes. Ahora le toca el turno a la mesa de estudio, si bien no será la última tarea que se lleve...
El caso es que siempre me han gustado las salidas para cables que tienen las mesas de oficina. Y teniendo un tablero que ocupa todo el largo de la pared, y con la cantidad de cables que necesitamos hoy en día (para lámparas, teléfonos, ordenadores, cargadores de todo tipo, etc.) me pareció una buena idea abrir unos huecos, y colocarles unas tapas escamoteables para hacer más estética y funcional la salida de dichos cables.
Además, irían colocadas sobre las tomas de corriente adicionales que he ido instalando por la habitación, que se quedó con un sólo enchufe tras la colocación de los nuevos muebles.
Comenzamos presentando la tapa donde irá colocada:
Hacemos un pequeño agujero con una broca normal, para que luego no patine la corona y pueda rayar la mesa:
Y llega el momento de la verdad, donde ya no hay marcha atrás:
Tras soltar bastante polvo y serrín... tenemos el agujero hecho:
Presentamos la tapa en su sitio:
Ahora nos vamos al segundo hueco. Claro, al haber dos niños estudiando en el futuro... habrá que darles igualdad de oportunidades, ¿no? ja ja ja
Por supuesto, y para hacerlo lo más estético posible, el agujero inicial está situado a la misma distancia del borde del tablero, repitiéndose todo el proceso. Podéis ver el resultado:
Ahora toca fijar las tapas al tablero. Para asegurar que no se mueven, y para evitar que en el futuro, los críos al aburrirse se dediquen a ponerlas y quitarlas, haciendo polvo el aglomerado. Para ello, usamos simplemente cola de madera blanca:
Pero héte aquí que cuando voy a insertar la segunda tapa, el agujero es menor que la misma. Y eso que la broca de corona es la solicitada, de 60 mm de diámetro, y que me costó bastante trabajo encontrar por todas las ferreterías de Badajoz.
Con todo y eso, en el primer agujero la tapa entraba más que holgada. No sé que habrá pasado para que en el segundo agujero, que hice con más maña que el primero, no me quepa la tapa.
Pero, dejemos de pensar en el porqué y veamos cómo solucionarlo. Y lo haré con el método tradicional. Escofina:
Tras unas pasaditas por el hueco, intentando retocarlo por todos los lugares por igual, para no deformar el hueco, vamos presentando la tapa...
... hasta que entra en su sitio (bastante justita):
Encolamos igual que antes:
Y la hacemos entrar.
Por supuesto, los excesos de cola los retiramos enseguida, para evitar que se sequen y arruinen el acabado, pero sólo por la parte de arriba. Abajo, con un dedo, lo repartimos por la zona donde se observa el aglomerado, para que suavice el acabado, e impida que se vaya soltando con el tiempo y la ayuda de los críos:
Una vez moldeado un poco, y retirados los excesos de cola, queda así:
Cuando pasen algunas horas, la cola quedará transparente, y todo listo para empezar a ser usado.
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