Tras la primera y segunda parte, aquí viene una nueva entrega de chapuzas que me encuentro por ahí. Por supuesto, si lo reflejo aquí no es para mofarme de los autores... sino para que se vea el ingenio que existe en el país... aunque muchas veces sea complicado de entender o de defender... y también para servir de denuncia en algún caso.
1. Pegado con silicona de espejo retrovisor.
La verdad es que fijo se va a quedar, y no se le volverá a caer. Pero claro, a ver ahora como te las arreglas para ajustar el espejo cuando ya lo has dejado bien pegadito a la carcasa exterior...
Si miras un poco en Internet, hay casas de repuesto con espejos completos bastante baratos, y si no, la solución económica más clásica: acercarte al desguace.
2. Seguro para el tapón del depósito de gasolina.
Desconozco si es una forma de evitar a los amigos de lo ajeno, si es que lo ha perdido, o es que no le cierra bien, pero lo que está claro es que canta por soleares, y no ha de ser demasiado cómodo cada vez que te acerques a la estación de servicio... pero seguro que hay miles de Opel Corsa en los desguaces con un tapón intacto.
3. Paso de peatones por debajo del nivel de la calzada.
Estoy de acuerdo en que se rebajen los acerados en pasos de peatones, para facilitar la movilidad de sillas de ruedas, y carritos de niños.
Me cuesta un poco más aceptar que se hagan pasos de cebra sobreelevados, si bien la experiencia demuestra que son necesarios para que los vehículos no aceleren en exceso por nuestras calles, y pongan en peligro a los peatones que cruzan por los lugares señalizados.
Pero lo que no es de recibo es que el paso de la calzada se eleve, y en las aceras o en los pasos de los jardines, el nivel sea más bajo, porque cuando llueve...
Viendo las fotos anteriores, sólo queda una conclusión. La mejora de la accesibilidad se ha convertido en una imposibilidad de utilizar el paso. El agua se queda durante varios días, impidiendo su utilización, ya que se ha convertido en un embalse con todas las de la ley.
El paso de cebra anterior se encuentra aquí. Y por supuesto, se trata de un hecho no achacable a ningún ciudadano, sino al Ayuntamiento de Badajoz y a las empresas que hayan participado en las diferentes fases de construcción y remodelación de la vía.
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