Soy un fan casi incondicional de la iluminación LED, tal y como se puede comprobar en las diferentes entradas que voy haciendo en este sencillo blog. Y digo casi porque, a pesar de todo, aún no han conseguido obtener la misma luminosidad en todas y cada una de las lámparas que pueden ser sustituidas, aunque a veces, con tal de cambiar la tonalidad de la luz (soy incondicional del blanco de 6000K) y bajar considerablemente el consumo eléctrico de cada luminaria.
Hoy le toca el turno a una luz sobre espejo de uno de mis cuartos de baño. Se trata de una lámpara halógena de 100W, de terminología específica R7S y que puede ser de diferentes longitudes. En esta caso se trata de 118 mm:
Una vez extraída la cubierta de cristal (sólo hay que girar los soportes metálicos) llegamos hasta la lámpara:
Para extraerla, sólo hay que empujar hacia uno de los lados, y a la vez, tirar hacia abajo del contrario. Una vez extraída, podemos comparar con la adquirida:
A pesar de que el grosor de la lámpara LED es muy superior, entra perfectamente en su alojamiento. Para insertar, sólo se presiona por un lado, y se empuja por el contrario:
Una vez encendida, el cambio de color de la luz es notable:
Ahora el tono de luz del baño es tremendamente mejor. No he podido comparar las luminosidades, ni aún medir los consumos. Pero no echo de menos luz, y según especificaciones, hemos bajado de 100 a sólo 8 vatios. ¡Todo un logro!
Ah, y si estáis interesados en hacer lo mismo, yo compré la lámpara aquí. Y en su momento, por menos de siete dólares. En el momento de leer esta reseña, ignoro cuál será su nuevo precio (aunque normalmente irá a la baja).
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