Si bien en este humilde blog ya tengo una serie dedicada a las chapuzas made in Spain, abro una nueva serie dedicada a las chapuzas específicas con cinta americana o similar, dado que me he encontrado con numerosos ejemplos con tan insigne invento.
Doy por supuesto que en todos los casos se trata de una reparación provisional, pero con eso de que lo provisional dura para siempre...
Peugeot 308.
En este caso todo parece indicar que el coche ha sufrido un roce con una pared o columna, que ha arañado completamente la puerta y el paso de rueda, y que ha generado también la rotura o el desencaje del parachoques trasero:
Así que, con un poco de cinta aislante, puede seguir rodando... ¿o acaso no?
Ford Fiesta.
Aquí el problema es diferente. Posiblemente se haya estropeado el cierre del tapón del combustible, así que, para no perderlo, un poco de cinta con pegamento:
Por cierto, que si nos fijamos bien, parece ser cinta de carrocero, harto conocida por su escasa capacidad de fijación y fácil rotura. Claro, para eso se hizo, para proteger de la pintura, y poder ser desprendida fácilmente sin dejar residuos.
Volkswagen Polo.
Este precioso Polo también ha tenido un encontronazo (leve) con otro vehículo u objeto, dando como resultado el desprendimiento del parachoques por su lado derecho.
Así que, nada mejor que unos cuantos metros de cinta celo transparente, y a seguir rodando. Aunque ampliando la foto, también parece sujetar el faro derecho.
Como se ha puesto de manifiesto, la inventiva española no conoce límites, y en algunos casos, miedo. Porque algunas de estas reparaciones pueden dar lugar a situaciones de riesgo mecánico o incluso físico.