El otro día, estuve de compras por Carrefour. Aunque muchos lo critican, el caso es que el nuevo sistema de la fila única me gusta, tanto que he vuelto a pasar por este centro comercial, al que las colas interminables me habían apartado casi definitivamente.
Bueno, el caso es que tenía una lista de la compra bastante explicita, pero me fijé en unas latas de ensalada de pimientos, que me gustan y mucho, pero que suelo hacer en casa en vez de adquirir ya hecha, por eso de que lo casero suele estar más rico.
Me llamó la atención el cartelito, que indicaba que se trataba de un producto extremeño, tanto que al final las eché al carrito:
Pero, héte aquí que cuando le das la vuelta a la lata, te encuentras que los pimientos vienen del Perú:
Así que te encuentras en una disyuntiva. ¿es el producto extremeño? ¿lo es sólo la lata y los señores que meten los pimientos dentro?
La respuesta en el otro lado de la lata. Una empresa malagueña.
Así que me pregunto... ¿donde está el supuesto carácter extremeño de la lata que compré?
En fin, que es para mear y no echar gota. Eso sí, con la tontería, la lata ya está en casa, y a punto de dar cuenta de ella.
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