El área de descanso más cutre jamas visitado.

Las vacaciones de este año, las acabamos en Teruel. Como habíamos pasado dos semanitas en Marina D'Or, y a los críos les encanta visitar el parque temático de Dinópolis, decidimos dar un rodeo final.

El caso es que aprovechamos el último día en la piscina del apartamento, para darnos un merecido refresco tras las labores de empaquetado del equipaje y limpieza del apartamento. Como íbamos con la comida que sobró en el frigorífico, paramos a comer en un área de descanso en vez de ir a un restaurante de carretera o una venta. Además, eran más de las tres de la tarde, y los críos iban más que hambrientos.

Así que, en el primer lugar que ví, me metí:

Está situado en el km 23 de la autovía Mudéjar, junto a Soneja, aún en la provincia de Castellón.

Y cuando llegamos, ésto fue lo que nos encontramos:

Ni una sola sombra, ni un sólo banco para sentarnos, y... ¿cómo íbamos a pedir una mesita para poner las cosas?

Eso sí, había papeleras, varias barbacoas de ladrillos, y hasta un juego para niños, con redes de trepa y una barra de bombero para deslizarse... pero ni un sólo área de descanso como tal. Para eso, cada
uno pone su vehículo.

Así que hubo que apañarse para comer. La temperatura en el exterior, cercana a los cuarenta grados, y el sol picando de lo lindo para estar en la sierra de Castellón. Con ello, sólo pudimos salir del coche para las labores imprescindibles, y nadie pudo estirar las piernas o dar un mínimo paseo o tomar el aire.

Las vistas:

La mesa de cocina:

El comedor:

El baño:

La despensa-nevera:

La sala de TV:

La moraleja de esta entrada en el blog es muy clara. Si viajáis de Valencia a Teruel, por favor, no paréis en el área de ¿descanso? del km 23. Es un engaño total. Y más aún, para los que viajamos con críos.

Llevo muchos kilómetros recorridos, he parado en multitud de lugares para descansar, parar el motor, echar una meadita, dejar que los niños se desfoguen un poco, respirar, dormir, comer, etc. y ninguno ha hecho tanta mella como éste.