Tuneando la Xiaomi YI. Mejoras en micrófono y ruido WiFi.

Mi inseparable cámara de acción Xiaomi YI lleva ya mucho tiempo a mi lado, filmando en las más variadas condiciones mis viajes y salidas por ahí.

El caso es que tocaba hacerle algunas cosillas. Unas debidas a defectos de diseño, y otras, debido al uso.

De siempre he querido que la cámara grabara en condiciones el sonido ambiente. Y es que, debido a la protección excesiva del micrófono, éste apenas capta lo que ocurre alrededor, y si no editas los vídeos, (yo no tengo tiempo ni ganas de ponerme salvo en muy, muy contadas excepciones) quedan muy pobres.

Así que, con la información obtenida en diversos foros y vídeos, me pongo a abrir la cámara. Para evitar pérdidas de tornillos, daños a la mesa del salón, y otros problemas, utilizo una superficie de silicona que compré hace tiempo, y que incluso permite soldar sobre ella sin provocarle daños:

Para abrir la cámara, toca usar un kit de plástico que se encuentra en cualquier tienda online por muy poco dinero.

Hay que sacar la tarjeta de memoria y la batería:

Una vez extraídas, toca empezar a abrir. Lo haremos por la parte superior:

Una vez desconectados todos los clips de sujección, la tapa frontal se desprende sola. Es sólo cuestión de prudencia, pero con decisión:

En la siguiente foto se pueden apreciar todos los puntos de fijación de la tapa frontal. Muy útil cuando no has desarmado tu cámara nunca y te da miedo meterle los desmontadores:

Ahora, las primeras tripas de la cámara ya quedan al descubierto, pero hay que profundizar más:

Para acceder al interior, hay que utilizar un destornillador de precisión. En mi caso, un Xiaomi WOW que sirve más que bien para estos menesteres:

Hay que quitar cuatro minitornillos existentes en tres de las esquinas de la cámara...

... y un cuarto tapado por una pegatina de garantía...

Una vez extraídos los cuatro tornillos, toca tirar de la placa:

Y ya tenemos acceso al micrófono:

Para su extracción hay que usar un destornillador fino, pues está muy incrustado en su alojamiento, y tirando de los cables se podrían romper:

Una vez fuera, hay que desmontar una carcasa de goma que rodea al micrófono:

Y sin la carcasa, podemos observar el fieltro que protege el micrófono de la suciedad, pero que también impide que se grabe el sonido exterior de forma aceptable:

Dicho fieltro va simplemente adherido, por lo que con las propias uñas, podemos despegarlo sin más:

Con esta operación, ya tenemos conseguido el primer objetivo. Conseguir que la cámara grabe correctamente el sonido exterior. Sí, a costa de desprotegerlo, pero, llevo ya tiempo con la cámara en este estado, y aún no le ha pasado nada.

Por otra parte, de siempre se ha escuchado en la grabación un ruido, como una interferencia, cuando se utiliza el WiFi del teléfono para manipular la cámara. Para intentar disimularlo, hay diversas informaciones en internet que indican lo que hay que aislar.

Y como la cámara ya está abierta, hay que aprovechar la ocasión.

Hay que localizar el punto a aislar. Se trata de un pin en la parte central superior de la cámara, junto al código QR, y que se puede observar en la siguiente fotografía:

Ese pin hace contacto en una plaquita existente en la cubierta frontal, y que se puede ver en la siguiente fotografía:

Pues para aislar ambos cuerpos, un poco de cinta celofán:

Una vez aplicado el celofán sobre la placa de la cubierta, hay que comprobar que la misma encaja de nuevo sobre el cuerpo de la cámara:

Y procedemos a cerrar la misma:

Como se puede apreciar en las fotos, la tapa encaja de nuevo perfectamente, y la cámara enciende sin problema alguno. Todo ha resultado OK, y las mejoras en el micrófono son increíbles. El ruido del WiFi aún se oye, por lo que dudo de su efectividad, pero al menos, se oye más bajito.

Aún quedan por hacerle ñapas a la cámara, pero eso ya será cuestión de otra entrada.

 

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