La tecnología avanza una barbaridad. Hace unos años era impensable poder poner una pequeña pantalla en la puerta de tu casa para saber quien estaba al otro lado. Pero desde hace ya bastante tiempo ésto es posible, y además, de forma más que asequible.
El proceso que os expongo a continuación lleva ya varios meses funcionando, y lo hace más que bien, por lo que lo considero más que interesante. Aunque incompleto, para mi gusto. Pero tiene la ventaja de no necesitar hacer taladros ni otras operaciones irreversibles, por lo que sirve para probar, y en caso necesario, actualizar más adelante.
Lo primero de todo, el
dispositivo. Lo encontré en gearbest, a un precio de oferta cuando lo adquirí, unos 33 euros.
Se trata de un timbre electrónico y un visor de 4,3 pulgadas, con iluminación infrarroja y un ángulo de visión de 170 grados.
Una vez llegado el paquete (gearbest es de las tiendas chinas que más rápidamente envía sus pedidos) ésto es lo que nos encontramos:
Aparte de los varios tornillos, la placa de baquelita cuya función desconozco, la cámara exterior y el visor interior, incorpora un manual de estilo acordeón en un perfecto chino mandarino...
Bueno, pues nos olvidamos del manual y vamos a la tarea. Toca sustituir la mirilla inicial, que lleva ya casi cuarenta años en la puerta, y que es de lo más convencional...
Para quitarla, lo más sencillo es utilizar un pequeño destornillador plano, y girando el borde interior con el destornillador colocado de forma radial, desenroscarla: