En mi lavabo del baño del dormitorio principal, cada varios meses, el desagüe se complica. Poco a poco se va obstruyendo, y aunque realmente, nunca deja de evacuar, lo cierto es que se va ralentizando la operación, hasta el punto de que con el grifo abierto, y el tapón retirado, se acumula cierta cantidad de agua.
En la fotografía siguiente se puede apreciar el nivel de agua, con el tapón abierto y el agua entrando:
En la fotografía siguiente se puede apreciar el nivel de agua, con el tapón abierto y el agua entrando:
Aunque en el siguiente vídeo, se observa mejor el problema referido:
A continuación, os presento la forna del sifón del lavabo. A la derecha... el producto para desatascarlo que no ha logrado hacer que corra más deprisa el agua... ja ja ja
Tras quitar el mueble bajo, para permitir trabajar con un poco de comodidad, lo primero es poner un cubo bajo el sifón, pues cuando se abra, empezará a caer agua:
Desenroscamos la parte cromada inferior, sin problema alguno:
Vemos la cuba de plástico que queda en el interior. Está adherida al resto del desagüe por la presión y por una sustancia desconocida, posiblemente los restos que caen por el lavabo. Tirando de ella, sale sola:
Mirando hacia arriba, vemos que en el tubo hay restos de todo tipo, principalmente de forma fina y larga, como cabellos (sobre todo de mujer) y lo que parece hilo dental:
Desde arriba, una vez quitado el tapón, sólo se ve una amalgama de color oscuro, viscosa, con tacto de moco:
Pues una vez abierto todo, tanto arriba en el tapón, como abajo, en el sifón, sólo es cuestión de introducir una varilla larga y remover el perímetro interior del tubo que baja hacia el sifón. En mi caso, he usado un electrodo de soldar, aunque pensé en primer lugar en utilizar un trozo de cable flexible de gran grosor que tenía por ahí, pero que no logré encontrar.
A la vez, habrá que ir recogiendo con los dedos por la parte interior del tubo la porquería que se pueda eliminar, para así, dejar más limpia la tubería y permitir una velocidad de evacuado del agua mayor.
Al final del proceso, que ha tardado un par de minutos... el resultado es visible:
En ocasiones anteriores he optado por desmontar el tubo completamente, desde el tapón hasta el sifón. Tiene la ventaja de que se limpia todo y mejor, pero... se tarda un buen rato, hay que tener cuidado luego al montar con las juntas de goma que hacen la estanqueidad, y al final, se acaba ensuciando. De esta forma, aunque haya que hacerlo más a menudo (está por ver) todo se hace en un plis plas.
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