Todos los años suelo colgar en el balcón de casa un par de cositas. En la fiesta de la Hispanidad, una pedazo de bandera de más de cuatro metros de largo, para celebrar el, ahora tan controvertido, 12 de octubre. En navidades, por el contrario, a mi mujer le encanta colgar una cortina de luces, para decorar por la noche el balcón.
Para ello, hace ya muchos años colgué unas cuantas argollas del techo del balcón, argollas a las que ato los elementos antes descritos, con cierta dificultad y riesgo. Dificultad porque hay que adaptar bandera y luces a las distancias entre argollas, y riesgo porque trabajar en condiciones complicadas en el borde, como que no es muy seguro.
Por ello, tenía planeado montar una pequeña estructura longitudinal de alambre que flexibizara estos colgados, pero que fuera discreta para no tener que aguantarla todo el año o que mi mujer me obligara, con criterio, a desmontarla.
Partimos de un resto de cable multifilar que tenía en el trastero dando vueltas. Tiene un grosor de unos cuantos milímetros, (unos tres o cuatro), y se encuentra bastante bien conservado, aunque no perfecto:
He comprado unas cuantas argollas más, similares a las ya existentes en el techo del balcón, para completar el trazado del cable.
Primero, fijaré un punto a la pared, para luego poder tensar el cable. Para ello, introduzco la punta del cable en una de las nuevas argollas...
.. y le pongo una pieza de remate, llamada guardacabos, también comprada para esta ocasión:
Como el grosor de la argolla es ligeramente superior a la abertura de las piezas adquiridas... uso la cabeza... de un martillo:
Una vez insertada la pieza, la rodeo con el cable de alambre:
Y saco a trabajar a los sujetacables o perrillos:
Una vez puestos y apretados... el extremo del cable ya está acabado:
Para apretar, me he valido de una llave de carraca, con vaso de 7 mm. Es ideal para estos casos, a pesar de que, debido al pequeño tamaño de los perrillos, se atasca un poco entre tuerca y tuerca.
Ahora toca fijar el extremo inicial del cable a la pared. Primero muestro la ubicación de las argollas iniciales y su disposición:
Y ahora, el taladro realizado casi a la misma altura, y aprovechando la llaga de los ladrillos, para hacerlo más discreto en caso de que haya que desmontar un día el invento...
Comprobamos que el taco a emplear (6 mm) es apto para la rosca de las nuevas argollas...
... y, previamente introducida la totalidad del cable por la argolla más cercana al extremo, atornillamos la primera argolla a la pared:
Para el otro extremo del cable, emplearé un tensor:
Así, en la argolla final, instalada en el propio techo de pladur del balcón, y repitiendo el proceso para el extremo del cable, (a excepción de la argolla) se engancha el remate a la citada argolla, con el tensor, y procedemos a cerrarlo con cuidado para darle una buena forma, lo más recta posible, a la totalidad del cable:
A pesar de que en las fotos anteriores de detalle se ven marcas en el cable, cuando se observa desde el suelo, estas marcas aparecen mucho más discretas:
Como expliqué al principio, es un cable que llevaba mucho tiempo dando vueltas por el trastero, y no se encuentra en un estado óptimo. Siempre nos queda el recurso de ir a la tienda de bricolaje y comprar un trozo nuevo.
Ya sólo hay que cortar el sobrante de cable, y dejar que llegue el momento de utilizarlo para colgar los elementos ya enumerados al principio de la entrada, o quien sabe, algunos nuevos. Mi mujer anda como loca para que decoremos el balcón con estilo chill out, y quizás acabe recibiendo unas cortinillas, por ejemplo...
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