Cita del día.

miércoles, 3 de julio de 2013

Mejoras en remolque ligero (5)

Hace ya cierto tiempo, en mis periplos por las tiendas de bricolage de Badajoz, encontré un amortiguador, del usado en puertas altas horizontales de cocina, y que tenía interés en utilizar para un par de historias que tengo pendientes, y en las que los muelles neumáticos (que así es su nombre) que habitualmente podemos encontrar en nuestros coches, no podían ser tenidos en cuenta, debido a su tamaño y, sobre todo, fuerza de empuje. 




Como se puede ver en las fotos anteriores, tiene una fuerza de empuje de 8kgs, mientras que los que podemos encontrar en los maleteros de nuestros coches, empiezan en 15kgs, y normalmente son de 30 kgs o más.

Respecto de las dimensiones, abierto tiene una longitud de 27 cms, y cerrado, 18cms, un tamaño muy compacto, ideal para ciertos huecos.




Al muelle neumático acompañan tres tipos de soportes esféricos, para poder adaptarlo a diferentes configuraciones, lo que es ideal.




Y también le acompaña un croquis de instalación en puertas de cocina, su uso inicial, y al que, lamentablemente, no le voy a sacar partido


El caso es que a mi remolque, aún sin acabar, llevo tiempo queriendo ponerle un muelle neumático para que la tapa se abra y se mantenga sola, sin necesidad de sujetarla, o añadirle varillas como tenía puesto en la versión original.

El caso es que el quid de la cuestión es encontrar la posición en la que el resorte se mantenga abierto al máximo en la posición que queramos dejar la tapa, y que se quede cerrado al máximo cuando queremos dejar el remolque cerrado.

Y más cuando tenemos ya un par de tornillos fijados a la tapa de plástico, del invento anterior de mantener la tapa abierta con un par de pletinas.

Eso se consigue probando, probando y probando. El hecho de que el resorte sólo ofrezca 8 kgs de resistencia facilita la tarea, y mucho. Porque intentad cerrar un resorte del maletero de cualquier coche, tarea casi imposible.

Colocando el resorte abierto en la posición de máxima abertura, e intentando fijarlo en el mismo lugar cuando ha de estar cerrado, y haciendo varias aproximaciones, conseguí encontrar un punto de fijación, que marqué con lápiz rápidamente.


Una vez taladrado, con broca de 3 mm, procedo a atornillar el soporte del amortiguador, con tornillos autotaladrantes, que dejarán el orificio al tamaño deseado:


La primera parte, ya está hecha. Ahora, a aprovechar el tornillo que comenté antes...


Lo primero es (ahora que ya está fijada la parte inferior) presentar la parte superior sobre el tornillo, y comprobar que está bien todo.

Para ello, lo primero es quitar el muelle de fijación, con ayuda de un destornillador plano y de un alicate, doblando dicha pletina para poder extraerla:


Una vez superpuesta, con mucho cuidado cerramos la tapa, para comprobar cómo cierra. 


En mi caso, no dejaba cerrar totalmente la tapa, por lo que tuve que volver a taladrar, separado de los agujero anteriores para no debilitar, y ahora, con la tapa cerrada... el amortiguador no llega a cerrarse entero:



Bueno, eso tampoco es un gran problema... así que sigo adelante. Ahora toca fijar la parte superior, aprovechando el tornillo ya existente. Se impone una pequeña chapuza...

Hago un taladro, de 7 mm de diámetro, en el centro del cabezal...


... y paso el espárrago del tornillo:



Ahora sólo hay que poner la tuerca...



... y voilá, la tapa ya se sostiene ella solita.



Ahora ya sólo toca poner otro amortiguador o resorte de gas en el otro lado, para evitar torsiones de la tapa, y para que ésta se levante sola, porque con los ocho kgs de fuerza no es suficiente para levantar, pero antes tengo que comprar otro resorte, pues sólo tenía uno de prueba, y en la tienda donde lo adquirí no quedan.

Aún le queda tela al remolque para tenerlo preparado para las vacaciones... a ver si encuentro tiempo y ganas.

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