Llevaba tiempo ya sufriendo que los plásticos de un coche entrado en años dejan de ser elásticos. Y es que mi Megane, matriculado en el año 2000... ya va estando viejecito.
El caso es que el sistema de cierre del conjunto de la tercera luz de freno está diseñado para que dos tetones plásticos lo cierren y encajen, impidiendo su movimiento, sobre todo cuando abres y cierras el capó.
La consecuencia de que estos tetones no sujeten la tapa exterior es que parte de la luz se escapa por la parte superior (hasta que se pierde por completo la tapa y se escapa toda)
El caso es que tenía ya pensado hace mucho meterle mano a este problema, y aprovechando mi última adquisición en LIDL:
La idea es hacer un taladro, y ponerle un tornillo muy discreto, que sujete el sistema, y sin necesidad de desmontarlo todo del coche y subirlo a casa. Más tarde, me daría cuenta que fue un error. Lo que me iba a ahorrar tiempo y molestias, se convirtió en todo lo contrario, problemas y problemas.
Preparo el soporte en el fondo del maletero del coche, introduciendo unos topes (en este caso cintas de carrocero) para que no flexione el plástico:
Y con el destornillador a baterías y un tornillo afilado del mismo diámetro que el empleado al final, procedo a iniciar el taladro:
Presento el tornillo final, para ver como queda:
En una vista lateral:
Y donde quedaría todo, una vez finalizado el proceso:
Y aquí empiezan los problemas de verdad. Con el soporte en su sitio, procedo a darle marcha al destornillador para que el tornillo final enganche en el soporte que queda en el cristal, y empiezan a romperse los plásticos, debido a que están muy castigados por el sol (y eso que el coche duerme en garaje):
El orificio del soporte que va en el cristal, ya está marcado:
Ahora, toca avellanar la tapa, para que el tornillo quede lo más disimulado posible. Sin más ayuda que mi destornillador, con algo de ingenio...
Queda casi perfecto:
Pero a la hora de colocar todo, me doy cuenta de los daños colaterales... que son importantes. La pieza donde iba a encajar el tornillo, se ha partido, rompiendo además una gran superficie del soporte de la luz de freno, casualmente en la zona más visible:
Como no tengo tiempo de ir a buscar ningún repuesto, pues me voy de vacaciones en breve y tengo mucho que organizar, colocar y guardar, decido tirar de pegamento epoxy:
Como se puede apreciar en las fotos anteriores, no ha quedado muy bien que digamos, pero, al menos, se puede volver a colocar:
La lección que he aprendido es que los plásticos de un coche viejo son más que delicados. Así que nada de forzar, doblar o manipular en malas condiciones. Hay que tomarse un poco de tiempo, desmontar lo necesario y trabajar en superficies y posturas idóneas, así como con herramientas adecuadas.
Eso sí, el objetivo inicial, de impedir que se volviera a caer la tapa, de momento, cumplido.