Buscando unos filetillos de lomo para los niños, esta mañana en el Carrefour me he encontrado con un nuevo corte de carne de cerdo:
Supongo que estará muy bueno, pero al que etiqueta habría que decirle un par de cosillas. Como por ejemplo, que se estudie un poquito el diccionario del español, o que se compre un ordenador con corrector ortográfico, para evitar esto:
Pero no queda ahí la cosa. Esta tarde, revisando el Facebook, me encontré con esto:
He borrado los datos identificativos, porque a mí me daría vergüenza escribir ONCE palabras y fallar en CINCO. Vale que hay mucha gente que no ha tenido demasiadas oportunidades en la vida, o que no las quiso aprovechar en su momento, pero ahora... o se ponen las pilas, o no deberían publicar con la potencia divulgativa que las redes sociales son capaces de difundir semejantes barbaridades.
En fin, que el nivel está que da pena. Y más pena da que la situación no tiene visos de mejorar, sino todo lo contrario.
Lastimita de país.