Cita del día.

lunes, 16 de abril de 2018

Solución para adaptador de tarjeta MicroSD que se bloquea.

De todos es sabido que me gusta la fotografía. De hecho, entre el padel, el poco running que hago, y la fotografía (haciendo fotos y aprendiendo a hacerlas), ocupo tanto mi tiempo que la publicación en el blog es más que irregular.

La pena es que sea un pésimo fotógrafo, pero eso es otro cantar. El tema es que como "fotógrafo" trasteo con tarjetas de memoria, principalmente con tarjetas SD y MicroSD.



Las tarjetas (y adaptadores) de este tipo tienen un microinterruptor que sirve para bloquearlas contra escritura. Algo que está muy bien para guardarlas en la bolsa o mochila si las llenas, y evitar borrarlas por accidente. Pero, y a pesar de que suelo hacer muchas, pero muchas fotos en cada salida, nunca he necesitado esta función.

Actualmente, casi todas las tarjetas de memoria que compro suelen ser MicroSD, ya que valen, tanto para las cámaras grandes (léanse máquinas réflex y compactas) como para los teléfonos móviles, cámaras de acción, cámaras de 360 grados... simplemente usando un adaptador, casi siempre incluido en la compra de la tarjeta.

En la siguiente fotografía se observa un adaptador con el microinterruptor situado en su posición "normal" de funcionamiento:


Y en la siguiente, situado en la posición de bloqueo de escritura/borrado (lock)


Bueno, pues el adaptador fotografiado tiene la manía de que, al introducirlo principalmente en la cámara de mi mujer, una Sony DSC-HX60, se bloquea el microinterruptor, lo que impide hacer las fotos en ese momento, habiendo perdido ya algunos momentos irrepetibles cuando lees en la pantalla que la tarjeta está protegida contra escritura.

Por supuesto, no pasa con todos los adaptadores que tengo, pero... este ya me había fastidiado en algunas ocasiones... y pasé a la acción:

Cola de contacto al microinterruptor como si no hubiera mañana...


No, no lo he pegado en posición de bloqueo, sino que lo he colocado así para llenar de pegamento el hueco donde deberá ir definitivamente:


... y luego lo llevo con cuidado, eliminando el exceso de pegamento, y dejando secar:


Desde que hice esta sencilla operación, no hemos vuelto a perder ninguna foto tras introducir la tarjeta en cuestión. Y por supuesto, sigo sin echar de menos la función de bloqueo de grabación en la tarjeta. Entre otras cosas porque cada vez que hacemos fotos, antes de irme a la cama suelo descargar las tarjetas en el disco duro, para evitar la pérdida de las mismas en caso de desaparición de la cámara o avería de la tarjeta.

Espero que os haya gustado la descripción de los diferentes procesos que se pueden observar en esta entrada. De ser así os agradecería que hagáis click en el icono G1+ que veréis justo debajo, y que lo compartáis en las diferentes redes sociales cuyos iconos están justo al lado, para que se difunda entre vuestros amigos.

También espero vuestros comentarios en este mismo blog. Un poquito más abajo verás las cajas para este menester, y siempre pueden ser igual (o incluso más) interesantes que el propio artículo.

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