Cita del día.

sábado, 16 de diciembre de 2017

Instalación de un visor electrónico en la puerta de entrada.

La tecnología avanza una barbaridad. Hace unos años era impensable poder poner una pequeña pantalla en la puerta de tu casa para saber quien estaba al otro lado. Pero desde hace ya bastante tiempo ésto es posible, y además, de forma más que asequible.

El proceso que os expongo a continuación lleva ya varios meses funcionando, y lo hace más que bien, por lo que lo considero más que interesante. Aunque incompleto, para mi gusto. Pero tiene la ventaja de no necesitar hacer taladros ni otras operaciones irreversibles, por lo que sirve para probar, y en caso necesario, actualizar más adelante.

Lo primero de todo, el dispositivo. Lo encontré en gearbest, a un precio de oferta cuando lo adquirí, unos 33 euros.

Se trata de un timbre electrónico y un visor de 4,3 pulgadas, con iluminación infrarroja y un ángulo de visión de 170 grados.

Una vez llegado el paquete (gearbest es de las tiendas chinas que más rápidamente envía sus pedidos) ésto es lo que nos encontramos: 


Aparte de los varios tornillos, la placa de baquelita cuya función desconozco, la cámara exterior y el visor interior, incorpora un manual de estilo acordeón en un perfecto chino mandarino...



Bueno, pues nos olvidamos del manual y vamos a la tarea. Toca sustituir la mirilla inicial, que lleva ya casi cuarenta años en la puerta, y que es de lo más convencional...




Para quitarla, lo más sencillo es utilizar un pequeño destornillador plano, y girando el borde interior con el destornillador colocado de forma radial, desenroscarla:




Una vez extraída la mirilla, nos queda el hueco en la puerta:




Este hueco (no lo llegué a medir) es más que suficiente para alojar la cámara exterior y el cableado y tornillería que lleva:


Simplemente hay que quitar los protectores para las tres secciones de cinta de doble cara que lleva ya incorporada la cámara, y adherirla a la parte exterior de la puerta, dejando los dos tornillos de fijación bien centrados:



De hecho, yo lo hice colocando los tornillos más largos que vienen en el kit.


El gráfico de la campana da una idea de cuál es la posición correcta de montaje de la cámara exterior:






Colocada la cámara en el exterior, en la parte interior sobresale el tornillo que dejamos para centrar, y el cable de datos, por la parte inferior:


Ahora toca colocar el tornillo más adecuado, en función del grosor de la puerta donde se vaya a instalar el kit:


Una vez decidido el tamaño del tornillo a emplear, toca poner los dos idóneos en los huecos del plástico largo cuadrado que servirá de soporte al visor, y de fijación trasera a la cámara exterior:



Ahora toca llevar los tornillos a las tuercas embebidas en la cámara. Toca ser paciente y buscar bien los lugares sin forzar nada:


Una vez iniciado el roscado de los tornillos en las tuercas de la cámara, toca quitar el protector del adhesivo de la pieza de plástico, y de manera horizontal, pegarla en la parte interior de la puerta:







Éste sería el aspecto final de la pieza pegada y atornillada. Fija definitivamente la cámara en la parte exterior de la puerta, y servirá de chasis para el visor:


Ahora toca conectar el cableado que sale de la puerta en el visor...



Y colocarlo sobre la base, introduciéndolo desde arriba hacia abajo:



El bastidor mantiene correctamente el visor en su sitio, si bien hay que colocar el tornillo del lateral derecho para impedir que se pueda mover y caer:




Ahora podemos ver que funciona (colocando previamente  un juego de cuatro pilas AAA antes de llevar el visor al chasis):



El aspecto final interior es el siguiente:


Una vez probado, he de decir que con luz de escalera se ve bastante bien, siendo muy aceptable la reproducción de los colores. Con la luz de los infrarrojos que incorpora la cámara no tanto. En cuanto el sujeto se separa algo más de un metro de la cámara, apenas se distinguen sus rasgos, y por supuesto, se ve en tonos de grises.

El aparato permite incluso activar la cámara desde dentro de forma discreta. Aunque si está a oscuras el exterior activa los infrarrojos, que se distinguen desde fuera y se pierde esa discreción.

Desde fuera, el que llama puede hacerlo directamente sobre el pulsador campana existente junto a la cámara. De ser así, suena un timbre musical en el visor. Si llamara al timbre convencional podemos saber quien es gracias al botón interior que activa la cámara como acabo de explicar.

En la parte exterior de la puerta el conjunto no queda demasiado discreto, ya que el tamaño respecto de la mirilla original es bastante superior, aunque no queda tampoco feo.

La principal pega que le encuentro a este aparato en concreto es que no tiene capacidad para grabar imágenes (útil para conocer quién ha llamado a este nuevo timbre en nuestra ausencia) y sobre todo, que no tiene conectividad para comunicar con un teĺéfono móvil y avisarnos de la presencia de personas en nuestra puerta de casa. Pero claro, por este precio...

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